martes, 30 de octubre de 2012

Introducción general a las ciencias y técnicas de la información y documentación.



¿A qué tipo de cosas se han venido dedicando los profesionales de la información y la documentación?
“Comunicación” e “información” son en nuestra época dos palabras de capital importancia. Suponen alguna manera de comunicación. Todo conocimiento comienza con una información sobre lo que ocurre, lo que se hace o lo que se piensa. Esto determina, en todos los tiempos, la naturaleza y calidad de las relaciones humanas. El presente se caracteriza, no obstante, por la amplitud que se le confiere. A la comunicación interpersonal se le ha añadido la comunicación de masas, que se distingue por la capacidad de informaciones que se transmiten y por la importancia del público  que tiene que ver con ellas, como son los medios de comunicación. Entre estas dos formas extremas de comunicación, o sea, directamente de persona a persona o indirectamente del público a los medios masivos de comunicación funcionan una serie de instituciones que tienen el poder y el deber de comunicar los conocimientos existentes: familia, sistemas de enseñanza, sistemas profesionales, administración, etc.
El emisor, o fuente, puede ser un individuo, un grupo o una institución. En el caso de una emisión internacional, que es el nuestro, el emisor da a la idea que se desea transmitir cierta forma que le permita al destinatario percibirla. Esta forma recibe el nombre de código.
El receptor es aquel que recibe el mensaje, pero esta recepción no siempre es intencional: contrariamente a lo que ocurre al emisor, el receptor está mucho más sometido a lo que ocurre el emisor, el receptor está mucho más sometido al flujo de mensajes que provienen de todas partes, y que no están destinados a él; al productor de información le basta con expresarse.
El mensaje entre ambos sólo puede ser inteligible si comparten el mismo código. El canal o medio de la comunicación difiere según la forma de la comunicación y existen muchos. En otras ocasiones el emisor recibe una respuesta en forma de mensaje por parte del receptor, a lo que llamamos retroalimentación o feedback.
Existe una “explosión documental” que produce que  el número de documentos se multiplique de manera espectacular en el mundo desde hace algunos años. Resulta indispensable, por lo tanto,  reactualizar constantemente los fondos documentales, ya sea por medios manuales o automatizados. A la enorme cantidad de documentos en papel se le añaden las producciones en discos, fotografías, cintas magnéticas, videogramas, etc.  Que plantean problemas de tratamiento y de difusión que exigen técnicas específicas y canales diversificados. 

Podemos responder justificadamente a la pregunta de la siguiente manera: 
 
Seleccionar en la enorme masa de información los elementos de conocimiento, suministrarlos a toda persona que los requiera, conservarlos sin alteración y actualizarlos permanentemente, son los objetivos que corresponden a las actividades documentales.
Por todo esto, la recolección y el tratamiento de los datos, se exige que el responsable de ellas se mantenga regularmente al corriente de la evolución de los conocimientos y de la producción en el campo correspondiente, y por lo tanto, de que la unidad esté bien integrada en el ámbito científico nacional e internacional, formal e informal. No le bastará al documentalista conocer la existencia de los organismos o de los científicos que producen los documentos, sino que tendrá que organizar una red de intercambio y adquisición sistemática, que se integre a un conjunto científico.
Podemos decir que la demanda y la necesidad de pasar del suministro  de documentos o referencias al de la información misma han transformado la apariencia general de la profesión. Las funciones de los especialistas de la información se han diversificado, especializado, profundizado. Las fronteras que los separan de los científicos se han atenuado y evolucionan cada vez más en el sentido de una mejor comprensión recíproca. Se les exige una nueva preparación en lingüística, en informática, en lógica y por supuesto en la especialización correspondiente. Sólo puede analizarse lo que se comprende. Dos hechos revelan esta necesaria interacción. Por una parte, el desarrollo de aptitudes y técnicas documentales de base entre los usuarios, adquiridas en virtud de una formación apropiada, es uno de los principales objetivos que persiguen los responsables de la información. Por otro una formación continua que mantenga actualizados sus conocimientos.

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